LA CUEVA DE PEDRO FERNÁNDEZ

LA CUEVA DE PEDRO FERNÁNDEZ

 

En el término de Estremera se han encontrado evidencias de presencia humana desde muy antiguo en la Cueva de Pedro Fernández o «Sima de las Yeseras», situada dentro de la finca «Dehesa de San Pedro» al sur del río Tajo.
cueva 1Es una cavidad natural formada por un enrejado de galerías con una longitud horizontal de unos cuatro kilómetros, es una de las cuevas excavadas en yeso de mayor recorrido en España y alberga en su interior un valiosísimo yacimiento arqueológico, en el que aún no se han completado los trabajos de excavación; posee una inmensa sala abovedada y fue declarada Monumento Histórico Artístico en 1972 (decreto 1704/1972 del 15 de junio)
Los estudios arqueológicos realizados hasta la fecha han sido llevados a cabo por el departamento de arqueología de la U.A.M y han estado dirigidos por el profesor José Sánchez Meseguer.
En ella se han encontrado restos arqueológicos pertenecientes al periodo prehistórico llamado Edad de Bronce (en su fase inicial y media) desarrollado entre los años 1600 y 1200 antes de Cristo (42). Las habitaron ocasionalmente y las utilizaron como enterramiento unas comunidades que vivían indistintamente en cuevas y cabañas junto al cauce de los ríos, que se dedicaban a la caza, a la pesca, a la recolección de los frutos silvestres y que comenzaron a cultivar sus vegas y a aprovechar los pastos para el ganado lanar y caprino.
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El acceso actual a la cueva se realiza por la boca de una «sima» existente sobre el llano, (en el que también existen restos de un poblado), de unos 9 m. de altura y que se abre al vacío en la cúpula de una gran sala, confluencia de varias galerías, sala que aparece rellena prácticamente en su totalidad por gran número de bloques de rocas procedentes de sucesivos derrumbes.
En el interior de la Cueva de Pedro Fernández se reparten, y aparentemente sin orden ni razón clara, una serie de restos arqueológicos que van desde unos posibles «grabados» efectuados en la arcilla de las paredes de algunas galerías (y a los que más adelante y de forma pormenorizada nos referiremos), hasta la utilización de varias de las «repisas» naturales en las que aparecen depositados recipientes cerámicos completos o fragmentados (en un caso hasta más de una decena de esos testimonios vasculares) indudablemente de forma claramente intencionada.
cueva 3El estudio arqueológico previo de la cueva como yacimiento, nos ha permitido formular una serie de hipótesis sobre su representatividad cultural y sobre la presunta y diversa finalidad a que fue destinada por los hombres que la habitaron, y que, sin negar otras posibles, podemos resumir en las siguientes características «funcionales»:
      a) cueva-necrópolis
      b) cueva-santuario
      c) cueva de habitación.
El conjunto de materiales que, hoy por hoy, ofrece la Cueva de Pedro Fernández permite definir culturalmente al yacimiento como perteneciente al Bronce Medio, Pleno, o Clásico (según se adopte la terminología de tal o cual investigador) del Bronce de la Mancha, en su mayor parte, pero existen además materiales que podríamos clasificar como encajables en un Horizonte de Bronce Inicial con algunos testimonios del mundo Campaniforme.
cueva 5En lo que se refiere al papel que la Cueva, y el yacimiento de superficie con el que se complementa, jugaron en relación a su posición geográfica, nos parece más oportuno el interpretar que se trata de un asentamiento que controla un importante cruce de comunicaciones pecuarias entre las zonas medias del curso del Tajo, en su camino desde el Sistema Ibérico, y los valles del Henares, Tajuña, Manzanares, Jarama, etc. y otros pequeños tributarios del Tajo existentes en la comarca, hacia las tierras más del Sur de La Mancha, sin olvidar tampoco el hecho ya mencionado de que la Cueva se sitúa en la margen izquierda del Arroyo Salado, que en la cercana localidad de Belinchón, de donde procede, dió hasta hace pocos años, la posibilidad de obtener sal, producto cuya explotación no separamos de la socioeconomía de los habitantes de la Cueva de Pedro Fernández y, en general, del propio Bronce de La Mancha.
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Desde hace una década, y con el motivo de proteger el yacimiento, evitando la entrada de visitas que pudieran alterar o destruir los restos allí encontrados, así como para eliminar el riesgo de la esquilmación de los mismos por coleccionistas y otras manos, la Comunidad de Madrid (Consejería de Educación y cultura, Dirección General de Patrimonio Cultural) procedió al cierre cautelar de la misma, instalando una gran parrilla metálica sobre el pozo de entrada. Actualmente la Comunidad de Madrid prohíbe completamente su entrada, no expidiendo permisos para su visita.